La puesta a tierra o conexión a tierra, es referenciada a toda instalación eléctrica para proteger de electrocución principalmente a las personas, los equipos y sistemas eléctricos conectados al sistema.

Estas estructuras, que por norma deben instalarse en todo sistema eléctrico, para su implementación deben ser diseñadas mediante algoritmos de ingeniería que requiere conocer las características eléctricas del suelo que será enterrada, para cuyo efecto se hacen mediciones del terreno, denominadas mediciones geo-eléctricas de resistividad del terreno, que aplicadas al estudio de diseño determinarán las dimensiones del conductor de cobre, la geometría de la malla en su dimensión de área y la profundidad de enterramiento. Con el diseño se construye la malla con el conductor, la forma y la profundidad subterráneo determinada por el estudio, constituyendo una grilla, denominada reticulado de cables de cobre desnudos soldados.

La otra medición que se realiza, es la denominada resistencia de malla, que arrojará el valor efectivo de conductividad, para “atraer” o “despejar” las corrientes en eventuales “desvíos” y no afecten a las personas.